martes, 18 de octubre de 2016

Nada que decir

No tengo nada para escribir y sin embargo tengo tanto por decir. Día a día se aprende, se vive y se desgatan nuestras energías. Convivimos, sonreimos y nos esforzamos, tambien lastimamos a otros y a nosotros mismos.

Pero cada día así como se aprende, algo se deja. La vida es una constante despedida, de posibilidades, de sueños y de tiempo. Dejamos atrás amigos, familia, decisiones. No es sano estar pensando en el pasado, pero tampoco ver muy hacia adelante, es más fácil decirlo que hacerlo. Pero con práctica es posible.